sábado, 15 de junio de 2013

¿Qué es mejor, este mundo o el que viene?



¿Qué es mejor, este mundo o el que viene?
Por el rabino Eliezer Shemtov

Dedicado al 1er aniversario del fallecimiento de la Sra.
Beraja Jaia (Beatrice) Rozencvaig de Góliger, A”H.

Se tiende a pensar que para el creyente el mundo venidero es el mundo de la verdad, el superior; y que este es el mundo de la mentira, el inferior.

En realidad, puede ser así para creyentes de diversas religiones, pero en la perspectiva judía no es tan sencillo.

“Él (Rabí Iaakov) dice: más vale un instante de Teshuvá (retorno) y buenas acciones en este mundo que toda la vida del mundo venidero, y más vale un instante de felicidad en el mundo venidero que toda la vida de este mundo.” (Pirkei Avot, 4:17)

No queda claro, ¿cuál de los dos es superior, un instante en este mundo o un instante en el venidero?

La respuesta es: depende.

Cuentan de un rey que quería compensar a un sirviente quien había trabajado fielmente para la familia real durante cincuenta años.

“Mañana a mediodía te abriré las puertas de la tesorería y podrás, durante una hora, llevarte lo que quieras,” le dijo el rey.

El sirviente preparó barriles en la puerta de la tesorería.

Al día siguiente, a la hora indicada, se abrieron las puertas.

El hombre estaba a punto de lanzarse a la primera mesa de brillantes, cuando, de repente, se detuvo.

El rey sabía que el sirviente tenía una debilidad hacia la música y contrató al mejor violinista del reino para que tocara el violín en la sala de la tesorería durante esa hora.

El sirviente que supo apreciar esa música inigualable, decidió dedicar cinco minutos a aprovechar esa oportunidad única. “Total,” pensó, “cincuenta y cinco minutos me alcanzan y sobran para juntar riquezas...”

Pasaron los cinco minutos y la música fue mejorando. El sirviente optó por dedicar sólo cinco minutos más. Así fue pasando el tiempo hasta que de repente sonó la campana. La hora había terminado. El sirviente salió de la tesorería habiendo acumulado nada más que una hora de la mejor música....  
Esta historia representa la vida. Nacemos para pasar un tiempo en la tierra juntando “diamantes”, aprovechar las oportunidades para hacer el bien. Si fuera tan fácil no tendría gracia, así que D-os nos colocó “violinistas” en todas partes para distraernos.

Tenemos para elegir: ignorar al violinista y dedicarnos a “juntar diamantes”, o postergar el cumplimiento de nuestra misión para dedicar tiempo a escuchar la música seductora de los “violinistas”.

Si bien el placer de la música puede ser impresionante, no puede compararse con el placer que uno obtiene al haber aprovechado la hora inteligente y correctamente.

Ahora podemos entender lo que dice Rabí Iaakov. En cuanto a logros, nada del otro mundo puede compararse con un instante de esfuerzo y logros en este mundo; en cuanto a placer, empero, nada terrenal puede compararse con la satisfacción espiritual y eterna que uno tiene después de haber cumplido su misión de vida durante su estadía en la tierra.

Así que en cuanto a la pregunta cuál de los dos mundos es mejor, la respuesta es que depende si hablamos de logros o de satisfacción. Si hablamos de logros, es este mundo el superior, si hablamos de satisfacción y placer es el mundo venidero el superior. Y la satisfacción en el mundo venidero depende de los logros obtenidos en este mundo...

Las enseñanzas jasídicas nos dan una perspectiva más rica del tema:

La diferencia esencial entre esta vida y la próxima es la diferencia entre conexión y percepción. En esta vida podemos conectarnos con D-os por medio del cumplimiento de Sus órdenes, aunque no lo percibamos. En el mundo venidero, despojado del filtro distorsionador del cuerpo, el alma percibe las cosas con claridad y percibe el valor de dicha conexión generada durante su estadía en la tierra. Allá, en el otro mundo, uno ya no puede generar más conexiones; sólo puede percibir y entender lo que le fue inentendible aquí en la tierra.

También: el deseo de D-os no es tanto que hagamos lo que nos pide como el hecho de que optemos por hacerlo. La posibilidad de optar existe únicamente en esta vida. En la próxima recibimos nada más que la recompensa.

El ejemplo personal del Rebe

El martes pasado, 3 de Tamuz, conmemoramos el 19 aniversario de la desaparición física del Rebe de Lubavitch, que su mérito nos proteja.

El Rebe, mientras estaba físicamente con nosotros dio el mejor ejemplo de lo que quiere decir aprovechar el tiempo aquí en la tierra.

Cuando cumplió setenta años, comentó durante la celebración pública del mismo que hubo quienes le sugirieron que se jubilara. Ya ha hecho mucho por el pueblo judío y el mundo, ya le correspondía a “Take It Easy” (tomar la vida con calma).

El Rebe dijo que no sólo no iba a descansar, sino que recién ahora iba a trabajar más que antes. Anunció que se puso como meta que en el año se fundaran en el mundo unas setenta y una (!) nuevas instituciones de educación y beneficencia.

Nunca permitió que la gente se jubilara. Cada día de vida está llena de oportunidades y mientras uno tenga fuerza debe aprovechar la vida para producir y hacer del mundo un hogar más propicio para D-os.

Un solo D-os y dos mundos

Si bien, como vimos, para el judaísmo lo más importante es esta vida, la vida de la acción, no hay que menospreciar el rol que juega la fe en el mundo venidero.

El mundo venidero es el mundo de la verdad y es eterno. Si uno se la jugó por la verdad en esta vida, tendrá satisfacción infinita y eterna al apreciar el verdadero valor de lo que hizo en esta vida.

La siguiente anécdota ilustra el concepto.

El sexto Rebe de Lubavitch, Rabí Iosef Itzjak Schneerson, de bendita memoria, fue arrestado en 1927 por la KGB a raíz de su esfuerzo incesante por mantener viva la llama judía a lo largo y ancho de Unión Soviética a pesar de la persecución comunista contra todo aquello vinculado con la vida religiosa judía.

Entre todos los episodios vinculados con su encarcelamiento y eventual liberación - documentados y publicado por él mismo - encontramos el siguiente:

En cierta sesión interrogatoria era infructuoso el intento de sacarle información que podría perjudicar a sus colaboradores en la sagrada labor de la educación judía.

El oficial sacó una pistola y le dijo: “¿Ve este ‘juguete’? Este ‘juguete’ ha sacado mucha información de muchos que no nos la querían dar.”

Respondió el Rebe: “Este ‘juguete’ puede asustar a uno que tiene muchos dioses y un solo mundo. El que tiene un solo D-os y dos mundos, no es intimidado por ese tipo de ‘juguete’...”

Que el ejemplo de su vida nos sirva de inspiración.

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