martes, 28 de agosto de 2012

El Shofar



Preceptos y Conceptos del Judaísmo
Por el rabino Eliezer Shemtov

El  Shofar
Estamos actualmente en el mes de Elul. Siendo el último mes del año, viene a ser el mes de “balance” en el cual uno analiza su comportamiento del año saliente y se prepara para el año entrante.
Una de las particularidades de este mes es que se hace sonar el Shofar todos los días (con excepción de Shabat y víspera de Rosh Hashaná).
Veamos de qué se trata.
El origen de la obligación de escuchar el Shofar está en la propia Torá[1]: “Y en el séptimo mes, en el primer día del mes, será un día sagrado para ustedes, será para ustedes un día de sonido de Teruá.”
El “séptimo mes” se refiere al mes de Tishrei, séptimo mes a partir del “primer mes” bíblico, el mes de Nisán, el mes en el cual salimos de Egipto. El “primer día del séptimo mes” viene a ser Rosh Hashaná, día en el cual empieza el año, contando a partir de la creación del hombre.
¿En qué consiste?
Un Shofar es un instrumento de viento confeccionado preferiblemente del asta de carnero, aunque en realidad el asta de cualquier animal sirve siempre y cuando es un cuerno que crece con cartílago[2].
Hay tres tipos de sonidos producidos con el Shofar:Tekiá o sonido largo, Shevarim o sonido medio entrecortado y Teruá o sonido muy entrecortado. Representan diferentes tipos de llantos provocados por nuestro distanciamiento de D-os. Reflejando diversos versículos bíblicos al respecto, escuchamos una serie de combinaciones de dichos sonidos.
Hoy en día se hace sonar el Shofar en tres ocasiones: 1) Rosh Hashaná; 2) Todo el mes de Elul; 3) Al finalizar Iom Kipur. En Rosh Hashaná hacemos sonar el Shofar por los motivos delineados a continuación; durante el mes de Elul hacemos sonar el Shofar para sensibilizar y conscientizarnos en cuanto al acercamiento de Rosh Hashaná; al finalizar Iom Kipur hacemos sonar el Shofar para conmemorar el Año Jubileo cuando se hacía sonar el Shofar al finalizar Iom Kipur.
Motivos
En cuanto al motivo por hacer sonar y escuchar el Shofar, dice Maimónides[3] que aunque la Torá no da un motivo explícitamente, y cumplimos con el precepto por ser un decreto Divino, no obstante el Shofar viene a ser una especie de llamado para despertarnos de nuestro letargo espiritual a causa de nuestro involucramiento en el mundo material y una exhortación hacia la introspección y mejoramiento de nuestra conducta.  
Rav Saadia Gaón[4] enumera diez cosas representadas por el sonido del Shofar:
  1. Rosh Hashaná es el aniversario de la creación del hombre. Lo primero que hizo el hombre fue reconocer la soberanía de D-os como Rey del universo. Rosh Hashaná viene a ser, entonces, el aniversario de la coronoción de D-os como rey. El Shofar se hace sonar cumpliendo el papel de las trompetas que se hacen sonar en una coronación.
  1. Rosh Hashaná es el primer día del período de Teshuvá, o retorno a D-os,  conocido como los Diez Días de Retorno. El sonido del Shofar viene a anunciar el arribo de dicha oportunidad especial de retorno.
  1. El Shofar invoca el momento en el cual recibimos la Torá en el Sinaí que fue acompañado por el sonido del Shofar. Nos inspira a que “renovemos el contrato” que asumimos para con D-os en ese momento.
  1. El Shofar representa las admoniciones de los profetas que nos exhortan a mejorar nuestra conducta[5].
  1. Invoca las trompetas de nuestros enemigos cuando se destruyó el Templo de Jerusalem. Nos inspira a que mejoremos nuestra conducta hasta merecer que se reconstruya.
  1. Invoca el momento de Akeidat Itzjak, cuando D-os le mandó a nuestro patriarca Avraham a sacrificar a su hijo, Itzjak. En el último momento lo paró y le dijo que fue nada más que una prueba para demostrar el compromiso incondicional que Avraham e Itzjak tenían para con D-os. La Torá nos cuenta que en lugar de Itzjak, Avraham sacrificó un carnero. Nos inspira a rever nuestro compromiso personal para con D-os.
  1. El Shofar provoca una sensación de temor[6] que nos lleva a subyugarnos ante D-os.
  1. Nos recuerda del inminente Día de Juicio[7].
  1. Invoca la eventual reunión de los dispersos del pueblo de Israel[8] y refuerza nuestra fe en ella.
  1. Invoca la Resurección de los Muertos[9].
Perspectiva Jasídica
Cada precepto de la Torá tiene su “cuerpo” y tiene su “alma”. El “cuerpo” es la aplicación práctica del precepto y el “alma” es la resonancia a nivel espiritual y cósmico.
Las enseñanzas jasídicas explican que la forma del Shofar, estrecho por el extremo por el cual uno sopla y amplia por el extremo del cual sale el sonido representa la esencia de la dinámica de la coronación de D-os: anularse frente al rey, transformándose así en un vehículo por medio del cual recibir Sus bendiciones sin límite. (Quizás esto explica la fórmula “a/0 = ∞”: dividir algo por cero da el resultado de infinito...)
De acuerdo a las enseñanzas kabalísticas, el Shofar representa el “canal de parto” cósmico, por medio del cual el mundo vuelve a nacer. La exhalación que produce el sonido representa la “exhalación” Divina por medio de la cual el mundo fue y es creado a cada instante y el sonido del Shofar representa el llanto del bebé en el momento del nacimiento.
El Baal Shem Tov dio la siguiente parábola para ilustrar la esencia del sonido de Shofar:
Había una vez un príncipe cuyo padre quizo darle la oportunidad de aprender lo que el gran mundo fuera del palacio tenía para enseñarle. Le dio las provisiones necesarias y el príncipe salió en camino. Gastó todas sus provisones y se encontró totalmente desamparado. Decidió volver a casa. Al llegar al palacio de su padre se encontró con que se había olvidado el idioma de su país natal. No había cómo comprobar a los guardias que era hijo del rey. Frustrado, empezó a llorar y gritar “¡Papá! ¡Papá!”. El rey, sentado en su trono real, escuchó los llantos y los reconoció como los de su hijo. Mandó abrirle la puerta y el padre y su hijo volvieron a reunirse.
Del mismo modo, explica el Baal Shem Tov, el “principe”, el alma, se aleja, al nacer, del “palacio real” y se ve obligado deambular por los bosques y desiertos de este mundo físico. Llega al punto de olvidarse del propósito por el cual fue alejado de su “casa”. Aun cuando se le despiertan las ganas de volver a casa, ni sabe cómo hacerlo hasta que empieza a llorar, gritando “¡Papá!” y ahí se le abren las puertas...
Ese llanto es lo que el sonido del Shofar expresa.

[1] Números, 29:11
[2] El cuerno de vaca o toro, por ejemplo, que no tiene cartílago, no sirve para ser utilizado como Shofar. El cartílago es eliminado en el proceso de la confección del Shofar.
[3] Hiljot Teshuvá, Cap. 3
[4] Babilonia, 882-942
[5] Ezekiel, 33:4-5
[6] Amos, 3:8.
[7] Zefania, 1:14,16
[8] Isaías, 27:13.
[9] ibid, 18:3

miércoles, 22 de agosto de 2012

sábado, 18 de agosto de 2012

La Sinagoga


  
La Sinagoga

 Preceptos y Conceptos del Judaísmo
Por el rabino Eliezer Shemtov

La Sinagoga juega un rol muy importante en el judaísmo. En hebreo se llama Beit Hakneset, o casa de reunión. Los Sefaradim suelen llamarla Knis o Templo y los Ashkenazim lo llaman Shil o Shul. Es el lugar que reúne a la comunidad en todos los momentos importantes.

Veamos algo de su estructura y función.

La Sinagoga es el lugar preferible para rezar. Si bien uno puede rezar en prácticamente cualquier lugar, sus plegarias tienen una resonancia y efecto especial cuando se realizan en la Sinagoga, dada la santidad especial generada por ser designado como lugar de rezo público.

Dos veces por día los hombres se reúnen en la sinagoga para realizar las plegarias matutinas y vespertinas en comunidad.

Uno debe tener su Sinagoga fija a la cual asiste con regularidad.

El Origen

La idea de designar un lugar físico para el encuentro con D-os tiene su origen cuando el pueblo judío salió de Egipto. D-os les había ordenado construir un Tabernáculo, como lugar de encuentro con él. Durante los cuarenta años que el pueblo judío deambulaba por el desierto, rumbo a la Tierra Prometida, desmontaban y montaban el Tabernáculo cada vez que les tocaba viajar de un campamento al siguiente.

Dicho Tabernáculo fue construido de acuerdo a especificaciones muy detalladas, documentadas en el libro de Éxodo, que D-os le transmitió a Moisés.

Una vez que entraron a la Tierra Prometida, el santuario fue erigido en Guilgal donde permaneció durante los catorce años de la conquista de la tierra y su repartición entre las tribus. Luego fue trasladado a Shiló donde construyeron un santuario con paredes de piedra, reteniendo el techo de pieles del Tabernáculo. Permaneció ahí durante 369 años, hasta el fallecimiento de Eili Hakohén. Luego fue trasladado a Nov y posteriormente a Givón; entre ambos, 57 años. Eventualmente el Templo encontró su lugar permanente en Jerusalén, construido por el Rey Salomón en los años 833-827 A.E.C. y quedó descartado cualquier otro lugar como apropiado para el Templo.

Hasta ese entonces, y durante los 410 años de su existencia, el servicio religioso giraba en torno a los sacrificios realizados en los templos mencionados. Uno iba al Templo para ofrecer su sacrificio y estaba prohibido realizar sacrificios fuera del Templo.

Luego de la construcción del segundo Templo (352 A.E.C.), los miembros de la Gran Asamblea, liderado por Ezra, instituyeron las plegarias de Kadish, Kedushá y Bareju a ser recitadas únicamente en presencia de por lo menos diez hombres. Fueron ellos también quienes formalizaron los textos de todas las bendiciones y plegarias. A raíz de esto surgieron las sinagogas donde la gente se reunía para rezar y leer la Torá en comunidad. Aun así el centro del culto religioso siguió siendo el Templo de Jerusalem. Cuando el segundo Templo fue destruido, y con ello se suspendieron los sacrificios, quedaron las sinagogas como los centros del servicio religioso comunitario. 

Estructura

Si bien se puede rezar en prácticamente cualquier lugar digno, hay ciertos detalles que son comunes a todas las sinagogas del mundo:

  1. Dirección. En todas las sinagogas del mundo rezamos mirando hacia Jerusalén.

  1. Arón Hakódesh o Heijal. En la pared que da hacia Jerusalén está ubicada el Arón Hakódesh o Arca Sagrada en la cual se guardan los Sifrei Torá o Rollos de la Torá.

  1. Bimá. En el centro de la sinagoga está situada la Bimá o estrado, donde se apoya la Torá durante su lectura.

  1. Amud oTeivá. Generalmente pegada al Arón Hakódesh se encuentra el atril desde donde el Jazán lidera las plegarias.

  1. Mejitzá. Para que un espacio sea apto para los rezos debe haber una separación física entre los hombres y las mujeres. Está separación está denominada Mejitzá. Todas las autoridades halájicas están de acuerdo en que es imprescindible que haya una Mejitzá para poder realizar los servicios.

  1. Ner Tamid. Hay muchas sinagogas que mantienen una luz encendida siempre frente al Arón Hakódesh, denominada Ner Tamid o Vela Permanente. Representa la vela occidental del candelabro situado frente al Sancta Sanctorum que permanecía siempre encendida.

  1. Ventanas. Es recomendable que haya ventanas en la Sinagoga, por medio de las cuales uno pueda ver el cielo y despertar por ello la reverencia a D-os. Hay quienes recomiendan que haya doce ventanas, representando las doce tribus de Israel, cada una con su entrada al cielo.

Leyes

Hay muchas leyes que tienen que ver con el respeto con el que hay que tratar una Sinagoga. He aquí algunas de ellas.

Está prohibido entrar a una Sinagoga con la cabeza descubierta.

Está prohibido conversar durante las plegarias o lectura de la Torá.

Está prohibido utilizar la Sinagoga como un atajo. Si uno entra por una puerta y sale por otra para acortar el camino está considerada una falta de respeto. Debe sentarse a recitar una plegaria o estudiar algo de Torá en el camino, para darle importancia al lugar.

Está prohibido besar a los hijos chicos en la Sinagoga, para no “competir” con el amor para con D-os que uno viene a expresar.

La Sinagoga como “Embajada”

He aquí una perspectiva interesante sobre la función de la Sinagoga.

El Talmud (Berajot, 8a) hace la siguiente observación: El versículo (Deut., 11:21) dice “para que tengan una larga vida sobre la tierra que D-os les da,” o sea Israel. “¿Cómo es posible, entonces,” pregunta,  “que haya ancianos en Babilonia?” Y responde que es “porque van temprano y se quedan hasta tarde en las sinagogas”.

En su comentario Kli Iakar, el Rabino Shlomo Efraim, Z”L, pregunta: ¿qué tiene que ver la respuesta con la pregunta? ¿Qué tiene que ver la asistencia asidua a la Sinagoga con la bendición de larga vida que está relacionada con vivir en la Tierra de Israel?

Ofrece la siguiente respuesta:

Dicen nuestros sabios (Talmud, Meguilá, 29a) que cuando el Mashíaj venga se trasladarán todas las sinagogas de la diáspora a Israel. Quiere decir, entonces, que cada sinagoga es como tierra de Israel (similar a la relación que hay entre una embajada y el país que representa). Cada vez que uno se encuentra en la Sinagoga es como si estuviera en Israel y engendra las bendiciones relacionadas con ella.

¡Aprovechemos la oportunidad!

¿Que es más importante que la caridad?

domingo, 12 de agosto de 2012